HELIO (He): TODOTERRENO GASEOSO

El helio líquido se utiliza cuando es necesario alcanzar temperaturas extremadamente bajas (por debajo de 200 grados Celsius bajo cero) pero los sistemas de refrigeración convencionales no son rentables. La refrigeración por helio se utiliza en sistemas de resonancia magnética (RM) y espectroscopia por resonancia magnética nuclear (RMN). En la tecnología de soldadura y corte, el helio gaseoso desempeña un papel importante en muchos procesos. El helio también se utiliza en la industria electrónica y en la fabricación de vidrio. Los globos inflados con helio se elevan al cielo con fines de investigación, entre otros. También se utiliza en los generadores de airbags y en la detección de fugas. Y los submarinistas necesitan mezclas con una parte de helio para poder bucear a grandes profundidades.

El helio tiene el segundo peso molecular más bajo de todos los gases después del hidrógeno. Además, es un gas absolutamente inerte, por lo que incluso a altas temperaturas no forma compuestos químicos. El helio líquido tiene el punto de ebullición más bajo de todos los gases (-269 grados Celsius), lo que lo convierte en el líquido más frío posible. Su pequeño diámetro atómico permite al helio penetrar por las aberturas y poros más pequeños.

El helio fue descubierto por el francés Jules Janssen durante un eclipse total de Sol en 1868: observó unas líneas amarillas claras en el espectro del Sol, que indicaban un elemento aún desconocido. Ese mismo año, el investigador inglés Norman Lockyer confirmó la observación de Janssen. Junto con su colega Edward Frankland, propuso llamar al nuevo elemento helio, que significa aproximadamente "metal solar". En 1882, el italiano Luigi Palmieri pudo demostrar por primera vez la existencia de helio en la Tierra sometiendo una roca volcánica extrusiva a un análisis espectral.

A principios del siglo XX, se descubrieron grandes cantidades de helio en yacimientos de gas natural de Estados Unidos. Gracias a sus reservas de gas natural, Canadá, Polonia y Rusia, y con el tiempo Argelia y Qatar, se convirtieron también en proveedores internacionales de helio. En 2016, se descubrió una enorme reserva de helio en Tanzania. Sin embargo, el consumo cada vez mayor de helio ya ha llevado a los expertos a hablar de escasez de helio en múltiples ocasiones. Tanto entonces como ahora, las contramedidas incluyen plantas para recuperar el helio y prácticas más sostenibles para manipular este gas noble.