ARGÓN (Ar): LA INERCIA COMO PUNTO FUERTE

El argón se utiliza como gas de protección en soldadura y para desgasificar metales fundidos. Sirve como gas de relleno en bombillas, como gas de iluminación para lámparas de descarga de gas y como medio láser en láseres de iones de argón. Se utiliza como gas de relleno en cristales aislantes y como protección contra la oxidación en la industria alimentaria y de bebidas. El argón puede utilizarse incluso como disolvente gaseoso.

Un ser humano inhala y exhala 120 litros de argón al día, ya que su proporción de casi el 1% del aire atmosférico lo convierte en el tercer componente más importante después del oxígeno y el nitrógeno: un litro de aire contiene unos 9,3 mililitros de argón. En el espacio exterior, el argón es el tercer elemento más común después del helio y el neón. En la Tierra, es el más común de los siete gases nobles.

En la Tierra, la mayor parte del argón se encuentra en el aire. Dado que el argón también se crea por la descomposición del isótopo 40K del potasio en la corteza terrestre, existen pequeñas cantidades en las rocas. De los volcanes y las fuentes termales, el gas noble también se escapa al agua de mar y a las aguas subterráneas.

Fue el segundo gas noble (después del helio) en ser descrito científicamente. Los químicos británicos William Ramsay y William Rayleigh lo descubrieron en 1894 mientras estudiaban la composición del aire. Dado que el gas -como todos los gases nobles- resultó ser extremadamente inerte, los científicos le dieron el nombre de argón por la antigua palabra griega "aergon", que significa "perezoso" o "inactivo". A día de hoy, sólo se conoce un compuesto químico del argón: el fluorohidruro de argón (HArF). Estable sólo a temperaturas extremadamente bajas, su existencia fue demostrada por científicos finlandeses en 2000.

El argón no es inflamable, es más pesado que el aire y prácticamente no sufre reacciones químicas. La mayor parte del argón producido industrialmente se utiliza como gas de protección en soldadura y metalurgia, por ejemplo en la producción de acero, silicio puro o titanio. Se utiliza como disolvente en los sistemas automáticos de extinción de incendios y, mezclado con helio, garantiza el inflado instantáneo de los airbags en caso de emergencia. Su baja conductividad térmica hace de este gas noble una buena elección como gas de relleno del espacio intersticial de las ventanas de doble acristalamiento. También se utiliza en la vinificación para el bombeo de trasiego y como gas de relleno en barricas para proteger el vino de la oxidación. El argón también se utiliza como gas de relleno para bombillas y como gas de iluminación para lámparas de descarga de gas. En estas últimas, produce el típico color violeta.